Todas y cada una de las recomendaciones que se ofrecen en este manual tienden a puntualizar la importancia que debe conferirse a los mecanismos de recaudación. No se trata de simples peticiones de ayuda; cualquiera que se utilice, requiere un minucioso estudio de aplicación, una atinada selección y la mejor puesta en marcha.
En ocasiones, algunas circunstancias o la casualidad provocan que un organismo de beneficencia se vea repentinamente privilegiado por momentos, o por rachas de afortunada bonanza económica. Sin embargo, es preciso estar conscientes de la inmejorable ventaja de saber salir adelante por los propios medios, sin estar supeditado a golpes de buena suerte.
Es probable que muchas instituciones, de manera un tanto empírica, echen a andar proyectos empleando métodos de acercamiento de recursos que les han redituado buenos beneficios; no obstante, hay que insistir en lo importante que es entender todos estos métodos en conjunto y no aisladamente, y sobre todo, distinguir ventajas y desventajas en cada uno, de acuerdo a las diversas situaciones, para poder hacer la mejor elección.
Hay dos cosas que es necesario entender: la primera es que las instituciones de asistencia social jamás van a dejar de procurar donativos, porque toda la vida van a tener necesidades. La segunda es que todos los organismos son diferentes y cada uno debe ir descubriendo cuáles son las estrategias de recaudación de fondos que a él le da mejores resultados. Pero para eso, es necesario probar e intentar todos los métodos posibles; aquellos que conozcan y todos los nuevos que se les puedan ocurrir.
Sólo los golpes de suerte provocan que una institución reciba apoyos económicos sin salir a buscarlos, y créeme: son muy escasos. Lo más sensato es convencerse de que no llegará donativo alguno, si antes no se ha trabajado arduamente en la petición.
Finalmente, hay que decir que se trata de una propuesta. Una recopilación de ideas, estrategias y maneras de hacer las cosas que a través de los años, hemos podido comprobar los buenos resultados que han logrado en las muchas asociaciones que hemos conocido y otras en las que hemos trabajado y asesorado. Pero con toda seguridad, no son exactamente iguales a la que tú apoyas; por lo que no se debe perder de vista la necesidad de “adaptar” en lugar de “rechazar”.
Este manual se pone al servicio de los intereses de las instituciones de beneficencia, con el deseo de que puedan poner en práctica métodos que las ayuden a sobresalir en su noble tarea. Hemos comprobado una y otra vez, cómo aquellas instituciones que lo han leído y lo han aplicado, han salido del agobio económico y han logrado realizar un trabajo más eficiente, obteniendo mejores cosas en favor de las personas necesitadas que atienden.
Deseamos de todo corazón, que este sea tu caso…