En las siguientes líneas se ofrece un esquema clásico para la planificación de proyectos, basado en una progresión lógica que parte de la observación, pasa por la reflexión y termina en la acción; no es exclusivo de los organismos de asistencia social, ni tampoco de un modelo rígido que deba ser aplicado al pie de la letra.
Es una manera ordenada de planificar acciones y redactar una propuesta de trabajo, su uso se ha generalizado y funciona en muchos ámbitos de la vida (educativo, político, empresarial, arquitectónico, etc.). Sus fases son:
- problema
- metas
- objetivos
- actividades
- evaluaciones
- presupuesto
Problema ¿cuál es la realidad que el organismo busca resolver?
“El problema” de un proyecto de asistencia social es su razón de vivir, la motivación de su servicio, el núcleo de desamparados a los que pretende dedicar sus esfuerzos. Es la misión para la cual fue creada (niños de la calle, madres solteras, ancianos indigentes, etc.)
Metas ¿cuál es la misión que se propone?
Se trata de la solución a las soluciones que la institución ha encontrado para resolver el problema, por completo o parcialmente. Generalmente las metas tienen qué ver con obtener recursos para solucionar tal o cual problema.
Objetivos ¿qué hará para cumplir su misión?
La meta resuelve un problema a través de la consecución de varios logros intermedios, éstos son los objetivos; son el desglose detallado de las metas globales.
Actividades ¿cómo lo hace?
Cada objetivo se alcanza gracias a una serie de acciones concretas dinámicas, operarias: las actividades, mismas que detallan punto por punto, movimiento por movimiento, el camino para proporcionar un servicio, para obtener un donativo, para administrar el dinero, etc.
Responsables ¿quiénes lo hacen?
Las actividades deben ser realizadas por los integrantes de la institución, trátese del proyecto que sea: de recaudación, de atención, de administración, etc. Cada actividad tiene un responsable que supervisará su ejecución o la ejecutará él mismo, reportando a las autoridades y dando cuenta del buen o mal desarrollo.
Recursos ¿con qué lo harán?
Ninguna actividad nace de la nada; se hace con diversos instrumentos llamados recursos. De modo que todos los materiales (bienes muebles e inmuebles, papelería, vehículos, servicios, etc.) con que cuente una institución deben ser contemplados a la hora de planificar el proyecto porque gracias a ellos se desahogan las actividades.