Consideraciones generales
Las personas más importantes de una labor de recaudación –con la posible excepción de los donantes- son los procuradores, en virtud de que sólo ellos y nadie más son quienes obtienen los donativos.
Aun cuando el proyecto pudiera tener el mejor prestigio e imagen, aunque fuera envidiable la buena voluntad del público hacia él, y aunque la campaña sea un modelo de organización, el éxito no se logrará, a menos que el procurador visite personalmente a cada prospecto, le transmita sus convicciones y solicite su aportación.
Su propio optimismo es lo que podrá persuadir a los donantes. Su de en la tarea que realiza su proyecto, su entusiasmo, su ejemplo y generosidad, serán contagiosos y harán que otros deseen responder a su solicitud.
Las siguientes sugerencias provienen de una vasta experiencia en campañas financieras.
1.- La propia actitud es vital
Si el procurador cree en la labor que realiza su proyecto, entonces trabajará con entusiasmo y obtendrá los donativos que se proponga, ya que está dedicando tiempo, talento, energía y apoyo para lograr recursos en bien de su institución.
Debe sentirse orgulloso de colaborar, porque participa en una obra justa, noble, urgente, y necesaria para su población; debe ser positivo al iniciar su entrevista; debe ofrecer a sus prospectos la oportunidad de colaborar, invirtiendo en el futuro.
2.- Visitar primero al mejor prospecto
Es determinantes ver primero al mejor prospecto de la lista seleccionada. Si obtiene el primer donativo, el procurador sentirá seguridad y confianza para lograr otros éxitos similares.
3.- Preparar cada entrevista
Para obtener los donativos, será preciso preparar cada entrevista como si fuera un importante asunto de negocios. Por ello hay que empezar por manejar lo más sobresaliente de la institución, y los logros alcanzados a través de la historia.
4.- ¿Cómo hacer la presentación?
Es conveniente dedicar tanto tiempo como sea necesario a una presentación, así como apoyarla con material ilustrativo sencillo y práctico que complete la idea del donante sobre la obra. Y aunque auxiliarse de recursos audiovisuales le proporciona amenidad a la entrevista, debe asumirse que no son instrumentos imprescindibles, ya que un buen procurador, convencido de la obra y capaz de convencer, puede ser tan dinámico y agradable con su simple conversación.