ANEXO
CÓMO FORMAR UN PATRONATO PROFESIONAL
La fórmula es muy simple: 1º Identifica a tus prospectos; 2º Véndeles tu proyecto. Háblales de los beneficios de ser parte de un patronato. Cuéntales “lo padre” que es tu proyecto y muéstrales el entusiasmo que sientes por él. Invítalos a ser parte de él. A toda persona que cubra el perfil de tu prospecto, invítala. Invita al mayor número que puedas. Tarde o temprano, encontrarás a las personas adecuadas. Ellos también se entusiasmarán con el proyecto y aportarán sus conocimientos para hacerlo trabajar en forma profesional.
- Identifica a tus prospectos. ¿Quién es un candidato adecuado para ser parte de tu Patronato? Toda persona honesta, positiva y generosa, que quiera aportar su experiencia y sus relaciones en bien de las personas necesitadas. Es muy importante que se trate de alguien que no busque protagonismos y que esté dispuesta a trabajar en equipo.
Recuerda que una institución fuerte es aquella que tiene un patronato fuerte y que la fuerza de un patronato se la dan sus integrantes. Por eso, si son personas importantes, con experiencia, recursos y relaciones valiosas dentro la comunidad; podrán aportar más a la organización y enriquecer más el trabajo del patronato. Identifica este tipo de personas y encuentra la manera de acércate a ellas. No pierdes nada con intentarlo. Lo más que puede suceder es que agradezcan tu invitación y te digan que ya están participando en otro patronato; o bien, que no se interesen, porque no son personas generosas, ni sensibles hacia los más necesitados. Si sucede lo segundo, serás tú quien no se interese en ellos, ya que no cumplen con el primero y más importante de los requisitos para ser tus prospectos.
- Véndeles tu proyecto. Háblales de él. Cuéntales las historias de éxito y muestra lo satisfactorio que es el participar en un proyecto tan positivo como el tuyo. Menciona en forma sutil, los beneficios que recibe una persona que integra un patronato. Jamás los ahuyentes hablando de los problemas de tu institución; todas las instituciones los tienen y ellos los van a conocer cuando se integren. Por eso no vale la pena utilizar tiempo valioso, hablando de los problemas de la institución. Además, recuerda que no se llaman problemas; se llaman “retos”.
En la medida que tú estés enamorado de tu proyecto, ellos se podrán interesar en integrarse a él. Recuerda que las personas se quedan únicamente con un 15 % de lo que nosotros les decimos, pero en su subconsciente permanece el 85% de lo que perciben en nuestra actitud, en nuestra mirada, en nuestra sonrisa y en nuestros mensajes no verbales.