Las historias de éxito son sumamente importantes. Son todos aquellos logros y cosas positivas que tu organización ha realizado. A todas las personas les gusta unirse a proyectos triunfadores y exitosos; nunca a los perdedores. Si tu proyecto es nuevo, saca a relucir las cosas positivas que tu organización puede lograr y de las cuales él o ella, serán parte.
Un grave error. Ten mucho cuidado de no cometer el mismo error que a veces comenten algunas personas que buscan donativos para su institución y que tratan de atraerlos, utilizando la culpa o la conmiseración, hablándoles de sus carencias o de sus dificultades. Todas las organizaciones pasan por tiempos difíciles y a veces hasta sufren hambre y privaciones. Utilizar ésto para conseguir donativos, genera pobres resultados. Utilizarlo para atraer personas a ser parte de tu patronato, es la forma más segura de alejarlos.
Los beneficios. El pertenecer a un patronato implica muchos beneficios para las personas que participan en él. En las dos hojas que siguen, enlistamos los que consideramos son los más importantes. Seguramente tú encontrarás otros más. Las dos hojas que siguen, están redactadas en forma que a ti te puedan servir de apoyo, para entregar copias de ellas, a las personas que hayas identificado como prospectos a integrarse a tu Patronato.
Sé un buen vendedor. No pretendas abrumar a una persona con la larga lista de los beneficios que tendrá al integrarse a tu Patronato. Acércate a él o a ella y primero escúchalo. Interésate en sus cosas. Si te cuenta algo que para él es importante, valóraselo. Sé agradable, sonríe. Halágalo sin ser exagerado; hazlo sentirse bien. En el momento que sea oportuno, háblale de tu proyecto y de sus bondades. Cuando lo describas, sé conciso. Menciona sólo dos o tres de los beneficios de ser parte de un patronato (aquellos que tú hayas identificado como los que más le atraigan, de acuerdo a su manera de ser). Dile abiertamente: “a ti te gustaría participar”. Coméntale que está cordialmente invitado a ser parte del proyecto. Si es oportuno, entrégale una copia de las dos hojas que siguen y un folleto de tu institución (si es un folleto agradable y con un enfoque positivo). Si ese no es un momento oportuno para pasarle el folleto, entonces pídele “una cita muy breve” para entregárselo. En esa nueva cita, volverás a motivarlo.
Invítalos a conocer tu institución. Recuerda que “de la vista nace el amor”. No hay como hacer que las personas entren en contacto con quienes van a ayudar; que platiquen con ellos, que vean su mirada, que tengan la vivencia de lo grato que es saber que lo que uno hace, sirve a personas muy necesitadas.
Dale seguimiento a tus prospectos. Acércate a ellos cuantas veces sea necesario, mientras no te digan abiertamente que “no”. Visítalos, llévales fotos, muéstrales en forma indirecta, cómo pueden ellos aportar su experiencia y sus conocimientos. Entre más valiosa sea esa persona, más tiempo le vas a dedicar, antes de darte por vencido.