Si vamos a hacer un aeropuerto, no le damos los planos del proyecto al jardinero, para que dirija la obra. Aunque ese jardinero sea "una persona muy buena y de nobles sentimientos"; la obra se la entregamos a un equipo de Arquitectos e Ingenieros profesionales. Cuando el aeropuerto queda terminado, no ponemos a los arquitectos a que lleven la contabilidad, ni vestimos a los ingenieros de aeromozas; aunque ellos sean “personas buenas y de nobles sentimientos... “
Este ejemplo totalmente absurdo, por desgracia se parece mucho a lo que hacemos con frecuencia en nuestras instituciones. Como el conserje o la cocinera “es una persona muy linda”, se nos hace fácil pedirle que sea él o ella, quien se encargue de los niños cuando la educadora renunció y quedó vacante el puesto. Es como poner al jardinero a dirigir la construcción del aeropuerto.
Con frecuencia el director o la directora, es la persona que también se dedica a conseguir los donativos. Resultado: hay problemas en la institución porque el director está ausente debido a que anda consiguiendo donativos; pero como no conoce bien las técnicas y estrategias profesionales de procuración de fondos, consigue muy pocos donativos. Así, se crea un círculo vicioso, ya que se acumulan los problemas debido a que el poco personal anda recaudando; pero no se puede contratar más personal porque no hay dinero; pero no hay dinero, porque no se tiene un trabajo profesional de recaudación; y así sucesivamente.
Debemos tener personal profesional y especializado en cada área. Su perfil debe ser el adecuado al puesto que desempeña. El Director debe de ser un buen administrador con un alto sentido humano y de servicio. En procuración de fondos necesitamos alguien que conozca de mercadotecnia y le guste ayudar. La persona que lleva las cuentas debe tener conocimientos de contabilidad. Y así, cada uno de los puestos de nuestra institución deben estar ocupados por personas que puedan hacer un trabajo “profesional” en su área. Si lo que les hace falta es capacitación, hay que dársela. Si lo que les falta es actitud de servicio o facultades, hay que reemplazarlos. Entre más profesionales sean las personas que integran cada departamento, mejores serán los resultados que el departamento obtenga.
ALGO MUY IMPORTANTE. Al escuchar que debemos contratar “profesionales”, lo normal es que nos preguntemos: ¿Y cómo vamos a pagar los sueldos de tantos profesionales, si apenas podemos cubrir lo más indispensable? Como veremos más adelante, la mancuerna “Procuración de Fondos - Dirección” es la respuesta; pero esto es como arrancar una locomotora. Primero el motor hace un gran esfuerzo para mover un poco la rueda, luego otro esfuerzo más para la primera vuelta, y así lentamente empieza a avanzar el tren con su carga. Una institución con un buen equipo de profesionales, es un tren que corre a 150 Km. por hora; pero hay que recordar que empezó muy poco a poco; y acelerando lentamente.
Prácticamente todas las personas que llegan a nuestras instituciones en busca de ayuda, traen un historial de mucho sufrimiento y una gran carga emocional. Es imprescindible que tengamos personal profesional en el área de Psicología, así como personal de atención médica que tenga un enfoque “integral”. Casi siempre, la problemática de las personas que atendemos, trae un trasfondo psicológico muy difícil. Si no lo atendemos, estaremos tan solo adormilando los efectos, mas no resolviendo el verdadero problema, que está en las causas.