7.- EMPEZAR DESDE ARRIBA
El proceso de profesionalización debe empezar desde el Patronato o Consejo Directivo. Cada uno de sus integrantes debe establecer compromisos bien concretos y cumplirlos. La función del Patronato o Consejo Directivo es garantizar la supervivencia de la Institución y vigilar el cumplimiento de la Misión. La supervivencia depende en gran medida de los recursos y por tanto su primer compromiso es con la obtención de donativos importantes. Una manera de hacerlo es acercar sus contactos para invitarlos a participar en el proyecto. Pero sería absurdo no empezar dando uno mismo el ejemplo, por eso lo primero es que cada uno de los integrantes del Consejo esté participando con un donativo personal, que sea significativo a su capacidad económica.
En el Anexo I, al final de esta presentación, abordamos un poco más este tema referente al Patronato, que es de vital importancia. La fuerza de una institución está en su Patronato. No hay duda: Las instituciones fuertes, son aquellas que tienen un Patronato fuerte.
8.- “LOS DOS PILARES” QUE SOPORTAN LA ORGANIZACIÒN.
Toda institución que vive de los donativos, se sostiene sobre dos pilares; igual que una persona que está de pie. Si le falla una de sus piernas; se cae. Los dos pilares de este tipo de instituciones son: la Procuración de Fondos y la Dirección. En esos dos puestos, es imprescindible tener personas que hagan su trabajo en una forma muy profesional. Hay que ser sumamente cuidadosos al seleccionarlos. Su desempeño debe ser impecable.
Por lo general es difícil conseguir personas con experiencia y conocimientos adecuados para estos dos puestos, pero existen maneras de capacitarse. Hay que tomar cursos, leer libros, platicar con personas con más experiencia, buscar información en Internet, asistir a conferencias y aprovechar cualquier oportunidad que surja de aprender algo más, sobre el tema. La capacitación debe ser un proceso continuo, tanto en estos dos puestos como en todos los niveles.
La labor de Procuración de Fondos es en esencia un trabajo de ventas y publicidad. Ellos van a “vender” el proyecto en el “mercado” de los posibles donadores. Entre más sepan de mercadotécnia, publicidad y ventas, mejores resultados podrán lograr. Por otra parte, la labor del Director es en esencia un trabajo de administración y de relaciones humanas. En ambos puestos, necesitamos contar con personas muy profesionales en estos temas, y que además tengan una gran vocación de servicio y un gran gusto por su trabajo.
Aquí se da una dinámica básica ente los dos pilares de la organización, que responde la pregunta que nos hicimos: ¿cómo vamos a pagar los sueldos de tantos profesionales? La respuesta es simple: con un buen trabajo de ambos pilares. Es indispensable que el área de procuración de fondos haga una labor muy profesional, para que logre acercarse a muchos bienhechores; pero todos ellos sólo darán sus donativos, cuando estén convencidos de que la institución hace un buen trabajo por los necesitados. Por eso en el proceso de profesionalización debemos seguir este orden: primero el área de procuración de fondos, después el área operativa (la dirección); y finalmente, con un buen trabajo de ambos, se irán logrando recursos suficientes para ir contratando profesionales para todas las demás áreas.
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